Tenia la certeza de que un día vendría y después de hacerme débil, de volverme ingenua e idiotizarme por completo, rompería todo lo que es mío, llevándose el oxígeno que me alimentaba, dejándome vacía.
Me miró a los ojos y me dijo "cariño, me voy, y me llevo tu corazón conmigo, no te importa, ¿verdad?"
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