Welcome 2013. Please, be good.

Y otro año más que se va. Y vuelve a tocar dar las gracias a todos aquellos que hicieron de este 2012, un año increíble, que aunque no todo ha sido bueno, es con lo único con lo que me quedaré.
Además, creo que es el año en el que más cosas he aprendido. Me he dado cuenta de lo cierto que es la frase "habrá quien quiera tu muerte y quien esté a muerte contigo"; que 11 días pueden continuar en la distancia y hacerse eternos, y que de un día para otro, puedes perder mucho, hasta demasiado. También he aprendido que quien te quiere, te busca y te cuida, y que si valgo tanto como me dicen, debe de ser porque los que están a mi lado valen mucho más y algo se me debe haber pegado. Que si quieres conseguir algo, hazlo por ti misma porque nadie más lo hará y que hay gente que aunque no la hables todos los días ni le  cuentes todo, va a estar siempre ahí.

Habéis sido muchos, no todos tenéis aquí un hueco, pero eso no significa que no lo tengáis en mi mente. Mil gracias, de verdad.

En abrigarte con matices las carencias que aún te quedan.

A los que luchan sin gritar. A los que se juegan la vida. A los que creen que naufragar es cosa de cuatro días. A los que beben para olvidar.  A los que saben sin pensar. A los que se van a dormir sin pedir perdón...les daría el corazón.

Tal vez, nos faltó tiempo.

Ahora que te has ido, ahora que sé que no volverás, quiero que sepas que siempre me quedarán esos veranos a tu lado.
Esos veranos en los que nos bañábamos de noche en la piscina, en los que acaba durmiendo en tu cama y tú decías que te molestaba pero aun así, la noche siguiente, volvías a hacerme un hueco en ella. Veranos en los que me tirabas incluso con toalla a la piscina y yo me enfadaba, en los que encontrábamos siempre algo que hacer para no aburrirnos y conocíamos a alguien nuevo.
Son veranos que se acabaron, al igual que tus abrazos, nuestras ideas de cortes de pelo imposibles y tus interrogatorios sobre si tenía novio o no. Se acabó el verte aunque fuera poco y se esfumaron todas esas promesas de visitarnos que nunca se llegaron a cumplir.

🐨

Para que ría y se haga de día sin amanecer.

UNA NAVIDAD MÁS.

Me llena de orgullo y satisfacción poder decir un año más sigo con mis mismas manías o incluso más, sigo tan cabezona, tan egoísta y aún más impulsiva. Que habré crecido en todos los ámbitos menos para arriba y que sigo echando de menos a todas las personas que me faltan en días como este. Y cómo no, me acuerdo de ti. De ti llegando tan de repente a mi vida y arrasando como casi nadie más ha arrasado. De ti con tus chorradas, con esa forma de hacerme sonreír como una boba, con esas cosas que te hacían tan único y especial, tanto como un dinosaurio.

-¿Me querrás? 
+Siempre.
-¿Y si engordo? 
+Rodaré contigo. 
-¿Si envejezco? 
+Compartiremos bastón.
-¿Y si dejo de amarte? 
+Te enamoraré todos los días. 

The one, for me.

Y de repente Boom

Todo se detiene por un instante, no consigues saber por qué todo empieza a ir mas lento, no te das cuenta hasta que te das la vuelta, entonces no escuchas a nadie, tu atención se centra por completo en él, lo ves ahí, sí, justo detrás tuyo... hasta que te paras tú también a pensar y, ya te das cuenta de porque te pasa esto, y esque, cuando lo ves todo se para, absolutamente todo comienza a ir mas lento y a ti te da más tiempo de mirarlo, de razonar y darte cuenta, él es causante de que todo vaya despacio, de que las prisas no existan, de que el tiempo no corra, y tan solo con su aparición, porque sabes que es él, la persona con la que quieres estar, solamente él... y lo sabes.

- Las cosas que suceden, suceden por alguna razón, no?

Calidad, cantidad y amistad.

De aquí al infinito. Pasando por Mallorca.

A little more everyday.

Nuestra historia no fue larga, pero tampoco fue corta, es más, aun continúa.. No fue la más bonita ni la más inesperada, mas bien todo lo contrario, pero a pesar de todo se marcaron tus huellas al pasar por mi vida. Tú no lo sabes pero, las sigues dejando, cada gesto que me haces una marca más que me dejas, como fotografías donde el disco duro es mi cabeza. Nunca he sido sincera a la hora de expresar sentimientos ni de demostrar el aprecio a las personas, es más suelo ser bastante patosa en ese sentido. Cuanto más me importa alguien, más daño le hago. A pesar de eso, me esfuerzo; trato de sacarte esa sonrisa que tantas ganas tengo de besar, trato de ser tu último pensamiento cada noche y el primero al despertar, de que esperes ansioso el abrazo tan fuerte que te voy a dar y sobre todo, trato de que cada día me quieras un poquito más.

Y es que yo no quiero pasar por tu vida como las modas .

Y es que yo quiero ser el que nunca olvida tu cumpleaños, quiero que seas mi rosa y mi espina aunque me hagas daño. Quiero ser tu carnaval, tus principios y tus finales. Quiero ser el mar donde puedas ahogar todos tus males. Quiero que seas mi tango de gardel, mis octavillas, mi media luna de miel, mi blues, mi octava maravilla, el baile de mi salón, la cremallera y los botones.

Triquitritaún.

Solo cuando le puedas dar la mano cada dos meses, cuando le ves como mucho dos veces al mes, y con suerte. Solo cuando vives pendiente del móvil las 24  horas al día, pendiente de una llamada suya o de que te conteste al whatsapp o te sepas todos y cada de uno sus tuits. Cuando te niegues a hacer caso a tus mejores amigos cuando te dicen que él solo es uno más y que te va a hacer mucho daño. Cuando sepas qué es echar a alguien de menos, tanto que duela y a veces, hasta llores por necesitar un abrazo suyo y no tenerlo, cuando hagas un hueco en tu cama esperando que algún día se decida y vaya a dormir contigo.




Solo entonces, me podrás decir que sabes que es eso de "querer a alguien".

Lo que puede llegar a cambiar en un instante.

Mirar al pasado te enseña que las promesas no se cumplen; que los 'para siempre' acaban en un minuto; que un 'no te quiero perder' es igual a un 'te olvido mañana'; que la palabra escrita, escrita se queda; que la palabra dicha muere en el aire y que un sentimiento puede morir o simplemente nunca estar vivo; que quién se va no regresa y quién más te dice, más te hiere... Te enseña que las cosas puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.

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Quién iba a decir que una simple hora iba a llegar a significar tantísimo.

CATORRRRRRRRRRRCE.

Es levantarte mirando el móvil esperando un mensaje suyo, es pasar la mañana pendiente del móvil para ver si me ha respondido. Es pasar la tarde igual que la mañana. Y la noche. Es dormirte esperando su contestación. Contar los días que te quedan para verlo, para estrujarlo como nunca antes lo han estrujado y darle un beso que le deje sin respiración, sin labios y sin lo que haga falta.

ÑAAAAAAA.

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Esto es lo que siempre soñé, es lo que siempre quise, y aún no me creo que sea cierto. Es algo que nunca creí que llegaría a pasar, pues me repetía mil y una veces al día que los príncipes azules no existen a no ser que sea porque les estrangules hasta que se vuelvan de ese color. Pero me equivoqué, me engañé a mí misma, al final, resultó que sí que existían y encima, es que están más cerca de lo que todos pensamos.


Es esa persona que yo quería, ese príncipe con el que tanto tiempo soñé. Es el verle y correr hacia él. Abrazarle y besarle, como si fuese la ultima vez. Es el separarme de sus labios y que me coja de la mano bien fuerte, como si tuviese miedo de que desapareciese. Es el sentarnos juntos, tú me coges de la cintura y yo apoyo mi cabeza en tu hombro, como en las películas. Es el hablar durante horas y que me vayas dando besos en la frente como si fuese una niña pequeña, tu niña pequeña. Es el hacer cosas para fastidiarme, tonterías solamente, que nos sacan mil risas. Es el que me repitas una y otra y otra vez que tengo la sonrisa mas bonita del mundo y que cuando te digo que es una sonrisa cualquiera tu me dices que no, que es la mas bonita porque es la mía y eso la hace diferente. Es el despedirnos lentamente porque no quieres que me vaya, que me beses como si no hubiera un mañana y que me susurres al oído el 'te quiero' más bonito del mundo. Es el que me llames cinco minutos después por que ya me echas de menos. Es el que una conversación no nos sea suficiente y necesitemos, mínimo, 5 más. Es el necesitar más de una fecha por mes para celebrar todo lo que nos queremos. Es eso, todo eso y mucho más.

Putamierdadetodo.

Impotencia. Ganas de gritar de matar a alguien y que no puedas. Querer dejarlo todo e irte. Lejos. Muy lejos. Pero saber que no puedes, que tienes que seguir luchando por un meta que cada vez ves más lejos. Y que te esfuerzas más de lo que te has esforzado nunca para no recibir ninguna recompensa. Y entonces, ¿qué haces? ¿Qué haces cuando te has cansado, cuando lo has intentado todo?

Pues lloras. Sí. Porque te cansas. Te cansas de que parezca que todo está en tu contra y que solo estás nadando en un mar lleno de tiburones. Y lo peor es que vas nadando contracorriente.

Y lloras más. Lloras para desahogar toda esa rabia contenida. Porque parece que eres siempre el último mono, y que tú o lo que te pase nunca es importante.