.

Esto es lo que siempre soñé, es lo que siempre quise, y aún no me creo que sea cierto. Es algo que nunca creí que llegaría a pasar, pues me repetía mil y una veces al día que los príncipes azules no existen a no ser que sea porque les estrangules hasta que se vuelvan de ese color. Pero me equivoqué, me engañé a mí misma, al final, resultó que sí que existían y encima, es que están más cerca de lo que todos pensamos.


Es esa persona que yo quería, ese príncipe con el que tanto tiempo soñé. Es el verle y correr hacia él. Abrazarle y besarle, como si fuese la ultima vez. Es el separarme de sus labios y que me coja de la mano bien fuerte, como si tuviese miedo de que desapareciese. Es el sentarnos juntos, tú me coges de la cintura y yo apoyo mi cabeza en tu hombro, como en las películas. Es el hablar durante horas y que me vayas dando besos en la frente como si fuese una niña pequeña, tu niña pequeña. Es el hacer cosas para fastidiarme, tonterías solamente, que nos sacan mil risas. Es el que me repitas una y otra y otra vez que tengo la sonrisa mas bonita del mundo y que cuando te digo que es una sonrisa cualquiera tu me dices que no, que es la mas bonita porque es la mía y eso la hace diferente. Es el despedirnos lentamente porque no quieres que me vaya, que me beses como si no hubiera un mañana y que me susurres al oído el 'te quiero' más bonito del mundo. Es el que me llames cinco minutos después por que ya me echas de menos. Es el que una conversación no nos sea suficiente y necesitemos, mínimo, 5 más. Es el necesitar más de una fecha por mes para celebrar todo lo que nos queremos. Es eso, todo eso y mucho más.