¿Quién sabe qué nos depara?

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Colecciono sonrisas y tragedias, lo primero a medias por las prisas.

¿Y qué, si te quiero importar?

Si tengo un día malo no me hables, no me mires y sobre todo no me lleves la contraria. Soy de las que lo paga con quien no debe. Aún así, nunca está de más un abrazo y unas palabras de consuelo para intentar sacarme una sonrisa. No, no está de más demostrar que te importo.

Curso nuevo, vida nueva.

Decidido. Me doy por vencida. Nunca he sido capaz de mantener a alguien a mi lado durante mucho tiempo a parte de esos que sé con total seguridad que siempre estarán a mi lado. Aún así, sabe Dios que lo he intentado y con muchas más personas que una y dos. Admito que tampoco es que sea muy persistente, pero me he cansado. Me he cansado de darlo todo por esa gente y a cambio recibir muy poco. Sé que no soy perfecta, y que la cago demasiado a menudo, pero a pesar de eso creo que todos tenemos defectos y yo ya me he cansado de aceptar los de los demás y que los míos sean los que deban de ser cambiados.
No sé, supongo que este día iba a llegar tarde o temprano y que ha sido más pronto con unas personas que con otras pero lo bueno es que los de verdad, los que comparten mis días (como dice la canción) van a estar siempre ahí apoyándome y levantándome cuando me caiga, cosa que últimamente pasa demasiado y debe cambiar. Me da que son muchas cosas las que van a cambiar.  

Quédate hasta el día que lluevan pianos.

Te voy a echar de menos. Voy a extrañar tu mirada, esos ojos que solo con posarse en mí me borraba todo lo malo. Me faltarán tus sonrisas infinitas y tu forma de cuidarme. Sí, puede que eso sea de lo que más vaya a echar de menos, cómo me cuidabas. Esa manera de quererme a pesar de mis defectos y de saber estar a mi lado como poca gente lo ha estado últimamente. Por eso y más, gracias. Gracias por este tiempo que me has dedicado que no ha sido mucho, pero dicen que lo bueno si breve, dos veces bueno. Y tú, tú has sido tres o cuatro.

Las necesidades de una princesa.

Lo malo es que siempre te di mucho más de lo que tenía, lo malo es que dándote todo supe que te di lo que te merecías.

Ya sabes que nunca fui de buscar cosas que considero perdidas.

Y ahora me pregunto dónde quedaron todas esas promesas que un día me hiciste creer que cumplirías. Dónde se perdieron esas palabras bonitas, que incluso parecían sinceras, que siempre tenías para mí. Dónde las sonrisas y dónde las ganas que tenías de verme. Dónde se quedaron los "te quiero" y esa mirada que me derretía. Dónde se quedó ese chiquillo con el pelo siempre despeinado que me quería conseguir el cielo y al final, solo consiguió perderme.

El amor duerme.

Tú nunca entenderás lo que te quiero
porque duermes en mí y estás dormido.
Yo te oculto llorando, perseguido
por una voz de penetrante acero.

Norma que agita igual carne y lucero
traspasa ya mi pecho dolorido
y las turbias palabras han mordido
las alas de tu espíritu severo.

Grupo de gente salta en los jardines
esperando tu cuerpo y mi agonía
en caballos de luz y verdes crines.

Pero sigue durmiendo, vida mía.
Oye mi sangre rota en los violines.
Mira que nos acechan todavía.

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Y que cuando estamos a solas, molesta el caparazón.

Perdonar, olvidar y mejorar.

Dime si puedes olvidar lo que pasó ayer, Brillará el sol si para de llover. O si puedes recordar sin volverme a ver, cada caricia en cada amanecer. Cuántas lágrimas vertidas, cuántas noches increíblemente divertidas. Tanto amor y ahora tanto limón en la herida. Jóvenes amando como jóvenes suicidas. Parecemos irracionales, malas energías levan a malos modales. Cuántos besos y cuántos gritos en los portales, cuántas veces nos comportamos como animales, cuántas veces gyal, dije que te amo, cuántas veces tu sonrisa es el mejor reclamo, cuántas veces pierdo, dime cuantas veces gano. Somos como mariposas que fueron gusanos.
¿Dime qué es lo que yo nunca he podido comprender? Sé bien lo que hice mal, todo lo que hice bien; sabes que tú mi corazón tuviste de rehén.
Y ahora que por fin me levanto, quiero miles de sonrisas y cero de llantos, mantenerme positivo, seguir perdonando y olvidando y mejorando y acabar con tantos odios simplemente amando. Y si ya no ves que todo tiene solución. No escuches a tu cabeza, escucha al corazón busca las razones y encuentra la conclusión.

I want to love you.

I want to wake up next to you, fea breakfast with you, get changed with you, play computer games with you, watching movies with you in bed, hold your Khan and watch tv, send you cute texts, Abu you gifts, nap together, wear your comfy hoody when I'm cold, look into your eyes, be with you at sunrise and sunset, cook for you, walk in the Raki with you, fall asleep whilst on the phone to you, snuggle in bed, mess up your hair, kiss you goodnight.

Sandraaldeabravo.

Dicen que los amigos los cuentas con los dedos de las manos, pues ella cuenta por dos dedos.

Vuelve, por favor.

No son buenas noches si no estás aquí para deseármelas. No son buenos días si no te puedo despertar como tanto me gusta hacer. No son buenas tardes si no las paso contigo. Que me haces falta, es algo que deberías saber ya desde hace bastante tiempo.

Siempre, Paula.

Que ya sabes que aquí hay muchos que nunca te olvidaremos.

Y lo demás es injusto.

Estos días me han enseñado que todos cometemos errores y tenemos fallos, pero a su vez, todos deberíamos perdonar los de los demás como nos gusta que nos los perdonen a nosotros y que todo lo que no sea esto, a parte de injusto demuestra bastante poca madurez.

Aunque bueno, creo que me tendré que acostumbrar a que siempre acabe todo así.

Cacaculopedopis.

<3.

Let's share our lifes.

Yo exprimiré cada mañana las naranjas para hacer el zumo mientras tú haces las tostadas. Compartiremos el periódico, o mejor, me leerás las noticias que necesite saber. Cuéntame tu noche al volver de fiesta los sábados. Prometo ir lo suficientemente sobria como para abrazarte al dormir. Descúbreme cosas, aún tengo mucho que aprender. Podría pasar horas mirando cómo duermes. Me he enganchado a tu respiración. Regálame tus besos cada día. Te llamaré al salir de clase. Lloraremos cuando haya que hacerlo, incluso cuando las lágrimas se confundan con la lluvia. Olvidémonos el paraguas en casa. Quiero escucharte hablar durante horas mientras apoyo mi cabeza en tu regazo. Vuelve a ser un niño, yo te leeré cuentos de príncipes y princesas antes de dormir. Inventaremos los finales, los más absurdos, creeremos en el triunfo de las cosas que son impredecibles. No pienses en lo que está pasando, no merece la pena pararse ni un momento. No me ates ni tengas ataduras, no es tiempo para eso. Siéntete tan libre que creas poder volar. No quiero saber tu película o tu canción favorita. Quiero una escena que me recuerde a ti y un acorde que me recuerde a tu sonrisa. Quiero que mi cuello huela a tu colonia. Me gusta cuando pasas tu brazo por detrás de mi cabeza. Cuando dibujas corazones en mi espalda y me haces cosquillas. Simplemente, te quiero a ti. Durante un rato que dure el resto de nuestras vidas.

Amores de verano con opción a renovar en invierno.

Vamos a disfrutar del tiempo que nos queda, que no es poco y ya sabemos que lo bueno, pasa aún más rápido. Debes saber que este es nuestro verano y no lo estás aprovechando. Que el tiempo que no pasas conmigo, es tiempo desperdiciado. No tengas miedo, ven conmigo, que sabes perfectamente que no soy como las demás. Sí, tengo defectos pero son esos mismos los que me hacen aún más única. Sí, única, como la oportunidad que tenemos para disfrutar este verano que ya empieza a despedirse.

Seamos claros.

Si me gustas, me gustas. Si no me gustas, no me gustas. Te gusto, no te gusto. Las cosas claras. Dejémonos de medias tintas, de cosas a medias y de indirectas que a veces resultan un tanto directas. Vamos a olvidarnos del orgullo por un momento, porque como tanto dicen, el "no" ya se tiene y entonces, no hay nada que perder.
Ah, y tampoco estaría de más empezar a decir las cosas a la cara (algo irónico teniendo en cuenta que estoy escribiendo) que a todos nos es más fácil escribir que hablar.

Paulo Coehlo.

Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado c algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquéllo que desea.

Vive. Ya.

Relájate. Déjate llevar y dedícate simplemente a ver la vida pasar. Disfruta de cada momento como si fuera el último y no te arrepientas de nada, pues hay que cometer errores tarde o temprano y mejor que sea temprano para poder aprender de ellos cuanto antes.
Ah, y por encima de todo y le pese a quien le pese, sé feliz, porque ten claro que a quien le importes de verdad, no le va a pesar para nada.

Mis súbditas.

Son más que amigas, son parte de ese soporte que hace que sea posible que me levante cada día. Son parte de ese mundo por el que sé que merece la pena seguir y ser feliz. Son el motivo de mi sonrisa.