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lunes, 24 de febrero de 2014

Madurar.

Siempre he dicho que madurar es de frutas además de un tanto aburrido, pero creo que ha llegado la hora de madurar. Pero, ¿de qué se trata?
¿Pensar las cosas antes de hacerlas?¿darte cuenta de tus errores antes de que otros te lo tengan que decir?¿ser cosciente de las consecuencias de tus actos?¿controlar tus impulsos?¿tener en cuenta a todos los demás (incluídos aquellos que no te importan lo más mínimo)?¿hipotecar tu vida?¿multiplicar tus preocupaciones por mil?



Entonces, ¿madurar es acabar con las pocas diversiones que tiene la vida? Pues paso.

domingo, 23 de febrero de 2014

Bedreamingaboutyou.blogspot.com

Poco se habla de los que hacen resurgir tu mundo día a día.

De esos amigos que siempre han estado ahí y que te han visto en tus mejores momentos y en los peores.
Esos amigos que te llenan la copa cuando ves el vaso medio vacío y te quitan la botella cuando estás al borde del abismo.
Los amigos que te miran y te dicen lo preciosa que eres, lo bonitas que haces que sean las calles cuando pasas. Los mismos que te ponen el pijama, el más ridículo pijama, cuando te quedas dormida en el sofá viendo una película.
Poco se habla de cómo su abrazo puede hacer que todos los problemas se olviden.
Sus bromas, sus cosquillas son la llave para liberar cualquier miedo.
Y qué decir de cuando cuenta sus movidas y tú no puedes entender por qué le han roto tantísimas veces la sonrisa esas historias de amor tan jodidas, e intentas ser payaso, cómico, estúpido, absurdo, sonrisa al fin y al cabo.
Poco se habla de los amigos que son verso, poema, poeta y que no son Madrid, ni Barcelona, ni París, porque son hogar, refugio, sonrisa.
Poco se habla de esos amigos que te sacan a bailar bajo la lluvia, bajo el sol de agosto, y las estrellas de cualquier cielo. De esos que saben cuál es tu comida favorita y de qué color te gusta pintarte los labios.
Amigos que harían cualquier cosa por ser armazón y que nunca te hirieran. Amigos que son la barra de un bar un viernes cualquiera, la copa, el alcohol, la fiesta, los "joder tío, te quiero, gracias por estar ahí" y la mañana siguiente, la resaca, el dolor de cabeza.
Resucitar en un abrazo después del dolor en el pecho, un abrazo de esos que hacen crujir los huesos y que te falte el aire.
Poco se habla de los amigos que escuchan siempre los versos de otros para otros y que en realidad, son los que reconstruyen siempre el poema.
Por eso te he escrito esto, a ti, que siempre me has puesto los pies en el cielo, que me enseñaste que soñar se puede también con los ojos abiertos. Me dijiste que el amor no entiende de kilómetros y me demostraste que el amor es una locura en la que loco y loca, o loco y loco, o loca y loca; me da igual, no encuentran, ni quieren encontrar la cordura. Me has dado tanto que incluso la poesía se queda corta. Y sí, ya sé que dices que soy un desastre, que pierdo el mando en la mayoría de las situaciones, eso de: joder pequeña, cómo la has liado. Pero también me dices que soy preciosa y que tengo un corazón que no me cabe en pecho, que lo hecho, hecho está y tire pa' lante. Porque tú me llevaste a una azotea para que dejase de sentirme tan pequeña y gritara que no le tengo miedo a nada, me agarraste de la mano al cruzar la calle y me regalaste flores el 14 de febrero para que me sintiese flor entre tanto capullo.
A mí que no me jodan, grandullón, poesía eres tú, diga lo que diga, o que quiera decir o intente decir Bécquer.

martes, 18 de febrero de 2014

365.

Puedo ser fría y llena de promesas rotas y de despropósitos como enero, puedo desaparecer rápido de tu lado como febrero. Si llegara a tu vida como una brisa que se lleva todo lo malo y te deja una sonrisa, sería marzo, a no ser que te abrace como abraza la lluvia en abril. También, como mayo, puedo traer esperanza y alegría y, como junio, estar repleta de sueños nuevos y grandes expectativas para un futuro cercano. Ser breve pero intensa como julio y que luego en agosto quieras que no me vaya nunca. Puedo aparecer cuando menos ganas tengas de verme y aún así que como a septiembre, me prefieras antes que a  octubre y su tristeza. Incluso puedo ser dulce como noviembre o mágica como diciembre y al igual que el mes, saber cuándo irme y dejar huella.





Y aún así, a pesar de todo, seguiría queriendo ser agosto porque fue cuando me hablaste por primera vez.

sábado, 15 de febrero de 2014

jueves, 13 de febrero de 2014

Tiempo.

Este tiempo está plagado de tiempo. Tiempo que te recuerda que hay mucha gente que ya no puede disfrutarlo ya, y lo que es peor, tú no puedes disfrutarlo con esas personas. Tiempo que hace que seas cosciente de lo rápido que va y que no puedes hacer nada por cambiarlo. Tiempo que no vuelve hacia atrás, ni se ralentiza y menos aún se para ni un segundo. Tiempo que se escapa de mis manos y se hace okupa de mi memoria. Tiempo que da asco y nada lo cambia.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Inútil.

Tengo una funda de gafas vacía (aunque siempre llevo lentillas) justo al lado de una caja llena de sueños que dejé de lado por pereza, porque ambición me ha sobrado siempre -al igual que las ganas de ver el mundo-.

martes, 11 de febrero de 2014

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Estar rota por dentro y aun así sonreír es algo que se vuelve más difícil cuando los de tu alrededor están igual o peor.


sábado, 8 de febrero de 2014

Somos idiotas, no hay más.

¿Por qué será que siempre nos mostramos más simpáticos y amables con los niños?¿Por qué incluso las personas más cansadas les dejan siempre un sitio en el metro?¿Tanto miedo tenemos a abrirnos a los demás adultos y que nos hagan daño, o será que consideramos a los pequeños como algo inferior a nosotros y por eso no les tememos?
Quizá, si fuéramos menos fríos entre nosotros no sufriríamos tanto, pero sabemos que cuanto más daño puede hacernos una persona, más nos abrimos a ella. Y lo peor, es que preferimos eso a entrar con una sonrisa en el vagón.