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miércoles, 10 de julio de 2013

A veces, te comería. A veces, te mataría.

Desde el principio sabíamos que esto no iba a ser nada fácil, pero aún así nos arriesgamos. Hemos visto que aunque algunas veces nos sobran motivos para dejar todo e ir corriendo hacia el otro, hay veces que nos falta alguna razón para seguir luchando por esto. Pero a pesar de los altibajos, de las peleas, de nuestros cambios de humor, de los cientos y cientos de kilómetros que nos separan, al menos yo, sé que hoy por hoy, si soy lo que soy es por él.
Él, el ejemplo claro de vagueza, ha hecho que me esfuerce y luche para que hoy por hoy esté donde estoy.
Él, el claro ejemplo de habitante de las nubes, me ha hecho ver el mundo con los ojos abiertos.
Él, el claro ejemplo de cabezonería, me ha hecho recapacitar las cosas y ver que lo que al principio yo consideraba como bueno, a lo mejor no lo era tanto en realidad.
Él, simple y solamente él.

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