No tenemos grandes ampollas y Bimba parece más una alfombra con cuatro patas que un perro con poco más de un año. Pero merece la pena, el camino es precioso y la gente muy muy maja (aunque la segunda vez que te la cruzas no sabes muy bien qué decir).
El principio se hace duro porque hay mucha cuesta si coges el camino de San Xil pero antes del kilómetro 125 empieza la cuesta abajo y se hace más ameno.
Bimba, la verdad es que ha disfrutado bastante, aunque haya intentado jugar con las vacas y ellas no hayan reaccionado muy bien, pero tiene mucha resitencia y ha aguantado como una campeona. Aunque para campeonas, María y mamá (aka Lucía) que la han tenido que limpiar una caca de vaca en la que se ha intentado rebozar.
Hemos llegado a Sarria más o menos para comer, con mucho calor (porque ni sabíamos que en Galicia existía el sol) y tras encontrar el Albergue San Lázaro (dog-friendly y muy muy muy majas tanto María como su madre, Marisa) nos hemos dado la ducha del siglo y a comer como si no hubiera mañana (bar Polo, bueno, bonito y baratísimo).
Después de comer, siesta y a conocer Sarria y como estamos demasiado cansados incluso para cenar, cervecitas y al sobre.
¡Mañana más y quizá mejor, todo en función de los pies!
CHAAAAU PESCAAAAUS 🌺
PD: pido perdón públicamente a todos aquellos pequeños e indefensos animales a los que, vivos o muertos, les he gritado "UNAS HORMIGAS COMIÉNDOSE UNA BABOSA", "UNA LAGARTIJA", "MIRA CÓMO HACE CACA LA VACA" o similares.
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