Sigo tragando aunque no tenga sed.

Ya no te amo, qué va, aunque sigo pensando en ti de vez en cuando, cuando me pongo a pensar en los mejores recuerdos que tengo siempre aparece tu nombre, por que algunos de los más bonitos los viví contigo. A veces pienso en todo aquello que vivimos juntos, aquello de lo que ya no te acuerdas. Ahora estoy a la espera, a la espera de saber que quiero, y que no. A la espera de encontrar a alguien que llene ese agujero que dejaste, esa herida; que levante la costra y llene la herida de amor y cariño, tanto que borren la propia cicatriz. A la espera de alguien que me quiera, alguien tan increíble que me haga imposible querer a nadie más.