Seguidores

domingo, 30 de septiembre de 2012

Sonríe, por mí.

Que tú estuviste ahí cuando te necesité. Que fuiste de los pocos capaces de sacarme una sonrisa. Me ayudaste a levantarme cuando yo solo no podía y los demás ya habían desistido.
Por eso, me mata la impotencia de no poder hacerlo yo, ahora que necesitas a alguien a tu lado que te apoye y te diga que puedes, que te abrace y te haga sentir aunque sea, la mitad de especial de lo que eres. Que nadie es lo suficientemente importante como para que lo pases mal, porque eres más bueno que el pan (con Nutella), porque como eres del tipo de persona de las que ya no quedan...porque tu sonrisa debería declararse la Novena Maravilla, por detrás de tu mirada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario