Siempre fue diferente, siempre, aquella oveja que no seguía al rebaño, que se hacía preguntas que los demás ni siquiera podían plantarse. Siempre fue aquella que iba al sitio opuesto, que necesitaba estar sola en momentos incontables y que nadie entendía por qué, aquella que prefería no tener amigas a tener a unas falsas.
Y la verdad, es que si ella quiere, puede comerse el mundo, la Vía Láctea y el Universo entero.
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